Denuncian la presencia de okupas en una calle de Plasencia con casas en riesgo de derrumbe

Los residentes han recurrido a la asociación Intramuros, que ha desvelado la preocupación vecinal por el «ruido de entradas y salidas, el trapicheo de sustancias estupefacientes, alcohol... El vecindario se queja de que cualquier día se va a producir un incendio y entonces se tomaran medidas por parte del ayuntamiento. A todo ello hay que asociar la acumulación de basura que permanece en la calle sin ser retirada por los servicios de limpieza».

Este viernes, lo que había en la calle eran mantas y otros enseres propios de quien ha dormido al raso. El ayuntamiento afirma que no ha recibido ninguna denuncia de ocupación.

Vallas para rodear una casa en ruina en Plasencia

Justo al lado de las mantas, unas vallas amarillas rodean la primera vivienda de la calle Hurón, que hace esquina con Borrego. Es una de las casas que el ayuntamiento ha decidido derribar. Los vecinos próximos también han mostrado su preocupación porque, por su estado, «puede dañar tanto a las viviendas colindantes como a los peatones».

Según el informe facilitado por el gobierno local y que ya hizo público a finales de agosto, se ha acordado «demoler, completamente la edificación de la calle Hurón número uno». Ya se le ha notificado a los interesados, herederos de los antiguos propietarios, y se les ha advertido de que «las medidas adoptadas no suponen exención de la responsabilidad que incumbe a la persona propietaria».

De hecho, tanto esta vivienda como la del número 5 de la calle Borrego están «en estado de ruina física inminente». Por eso, el gobierno local decidió cortar la calle Hurón al tránsito «con vallas y señalización de advertencia de peligro, para salvaguardar la seguridad de los de los peatones». Sin embargo, actualmente la calle no está cortada y las vallas solo rodean la primera vivienda.

Por otro lado, respecto a la edificación de la calle Borrego número 5, «se ha acordado demoler el muro que tiene comprometida su estabilidad».

Pero además, hay otras cinco viviendas que el ayuntamiento cree necesario derribar, las de la calle Borrego número 5 y las de la calle Hurón número 3, 5, 7 y 9, por su «estado de abandono».

Según el ayuntamiento, el derribo de la edificación de la calle Borrego 5 y Hurón 1 se llevará a cabo de forma inminente, en unas dos semanas y no se ha hecho antes -se anunció en agosto- por la existencia de amianto. En cuanto a las otras, «requieren el mantenimiento encaminado a garantizar la correcta evacuación de las aguas de lluvia de la estanqueidad, de las cubiertas y reparación de enfoscados, pinturas y carpinterías exteriores».

Fue hace más de un año, en abril del 2022, cuando el concejal de Urbanismo, José Antonio Hernández, encargó un informe técnico sobre todas estas viviendas debido a que la UTE del agua iba a realizar obras de mejora en las tuberías. Antes, tuvo que apuntalar los edificios, pero una vez terminados los trabajos, retiró el apuntalamiento y actualmente no hay restricción alguna de paso para los peatones.